En los últimos años, el uso de redes sociales ha cobrado gran relevancia en nuestro día a día, acentuándose con la llegada de la pandemia; esto ha llegado a tal al grado que ahora toda interacción social tiene su equivalente en el mundo digital, ejemplificándose en este caso con los procesos electorales. Nuestra postura afirma, que los espacios digitales como las redes sociales han adquirido gran influencia en la opinión pública al ser un medio importante de comunicación, en términos publicitarios, para que los candidatos puedan acercarse a la población. Por ejemplo, la crisis sanitaria de 2020 aceleró la transición de las campañas electorales a las redes sociales convirtiéndolas en un lugar donde proliferaron con gran facilidad las difamaciones, bulos y confusiones siendo el caldo de cultivo para la desinformación generalizada (Zorilla & Mercado, 2021). Por consiguiente, en este artículo, presentaremos tres argumentos sobre cómo las redes sociales influyen en la opinión pública y los riesgos que esto implica en los procesos electorales.

     La aparición del Internet ha supuesto una apertura hacia múltiples ámbitos; en este caso, nos centraremos en su impacto en los procesos electorales, especialmente en las campañas de los candidatos a la presidencia o a algún otro cargo político, mediante las redes sociales. Surge la siguiente pregunta, ¿qué imagen buscan, los candidatos, proyectar a través de la red? En este ámbito, las redes sociales permiten a los candidatos construir una imagen pública, promoviendo una interacción cercana y aparentemente natural con la ciudadanía. A través de este medio, también pueden compartir aspectos de su vida privada, presentándose como personas accesibles y empáticas que comparten las experiencias de la sociedad (Tirado-García & Doménech-Fabregat, 2021); sin embargo, esta percepción no siempre es fiel a la realidad; en ocasiones, tras lo que se publica, se esconde una imagen diferente. Un ejemplo de esto es el caso del candidato a la alcaldía de Lima en 2021, George Forsyth, quien empleó la aplicación TikTok para acercarse a una audiencia joven, alineándose con las modas y tendencias del momento; sin embargo, esto fue más que todo una fachada para poder ganar un voto de esta audiencia y no porque de verdad los apoyaba. Por lo tanto, consideramos que, si bien es válido que un candidato utilice las redes sociales para difundir sus propuestas y acciones, en muchos casos no llegan a mostrar su verdadera esencia o personalidad; logrando así intentar persuadir a la población mediante una imagen construida, la cual puede desmoronarse una vez que asumen el cargo.

     En nuestro segundo argumento nos enfocaremos en la difusión de noticias amarillistas y fake news a través de las redes sociales. Estas, al ser difundidas por los medios de comunicación, suelen estar sesgadas; por lo que, en algunos casos, pueden contribuir con la aceptación o reprobación de algunos candidatos, aunque esto no les asegura ganar o perder en las elecciones (Rincón, 2008). En estas situaciones, las fake news y el sensacionalismo toman el papel de atacar personalmente a los candidatos, alterando la percepción de los votantes y, en consecuencia, fomentando confrontaciones entre distintos grupos, lo que puede generar una conmoción social (Santana, 2019). Tal es el caso de Pedro Castillo, a quien intentaron atribuirle sesgos de terrorismo o extrema izquierda para evitar que votarán por él en las elecciones de 2021, e incluso, una vez que ganó las elecciones, se le señaló como un candidato poco apto para el cargo. Mencionado todo ello, consideramos necesario que se mantenga la neutralidad por parte de los medios de comunicación para evitar la desorientación en los votantes y evitar incurrir en prácticas poco éticas como la difamación, puesto que, podría contribuir con los conflictos sociales en vez de fomentar un voto consciente.

     En el tercer y último punto a tocar, nos centraremos en cómo se ve reflejada la percepción de los votantes en las redes sociales sobre la situación política en los tiempos de campaña y cómo estas se modifican e impactan en la opinión pública. Las redes sociales han emergido como un espacio crucial para que los votantes en el Perú expresen y difundan sus ideas políticas, por ello, en tiempos de campaña electoral, podemos ver cómo se intensifica el uso de plataformas como Twitter, Facebook e Instagram, en las cuales los ciudadanos participan activamente en la conversación política, difundiendo sus opiniones y posturas, generando comunidades afines, facilitando la divulgación de ideas y visibilizando los distintos bandos políticos, ya sea en apoyo o en crítica a los candidatos, generando una esfera de debate constante en el ámbito digital. En el caso de las elecciones peruanas, esta dinámica se observa claramente cuando las opiniones y percepciones de los usuarios virtuales cambian en función de la orientación política de los candidatos, particularmente, cuando se trata de posiciones identificadas como de derecha o izquierda; esta situación, puede crear una atmósfera de conflicto capaz de trascender el ámbito virtual, generando divisiones visibles en la sociedad. (Schuliaquer & Vommaro, 2020). Por ello, consideramos que el uso de las redes sociales para expresar la percepción política de los votantes en Perú demuestra cómo estas plataformas contribuyen a la formación de bandos ideológicos, los cuales tienden a intensificar los conflictos en la percepción de los candidatos, evidenciando la creciente polarización que caracteriza la política moderna y la influencia significativa de las redes en el proceso de construcción de la opinión pública.

     En conclusión, reafirmamos nuestra tesis: las redes sociales sí influyen en la opinión pública durante los procesos electorales. Esto se debe, principalmente, a su uso para “vender” y difundir una imagen o percepción de los candidatos, así como a la propagación de noticias amarillistas y fake news, las cuales influyen en el voto y opinión de los ciudadanos en época de elecciones. Estos factores destacan cómo los medios digitales pueden generar cambios en nuestras decisiones al momento de elegir a un representante, lo que, en algunos casos, puede ser contraproducente para todos. Por ende, recomendamos al lector, debe tener cuidado con lo que observa o escucha, no guiarse por lo superficial; en su lugar, debe informarse correctamente mediante fuentes confiables para no caer en engaños, tomando conciencia ciudadana que conduzca a un voto responsable.

   
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